Un equipo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha conseguido detener el crecimiento del glioblastoma, el tumor cerebral de peor pronóstico, recurriendo a la coenzima Q10. Este hallazgo, demostrado en ratones y publicado en la revista Cellular Oncology, podría mejorar la calidad y la esperanza de vida de las personas afectadas.
Una investigación liderada por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) apunta a un nuevo y esperanzador abordaje terapéutico del glioblastoma, el tipo más común de tumor cerebral maligno en adultos y con una tasa de supervivencia que actualmente no supera los veinte meses. Concretamente, los investigadores han logrado frenar el crecimiento de este cáncer en ratones mediante la administración de la coenzima Q10, un compuesto antioxidante popularmente conocido por su presencia en cosméticos, y que tiene múltiples efectos sobre este tipo de tumor: retrasa su crecimiento, reduce la proliferación de las células cancerosas e inhibe la inflamación, entre otros factores que contribuyen a detener la enfermedad.
La revista Cellular Oncology se hace eco de un hallazgo que podría incorporarse al tratamiento actual de esta patología con el propósito de mejorar la calidad y la esperanza de vida de las personas afectadas. “El trabajo concluye que la coenzima Q10 puede tener un gran potencial terapéutico”, explican los investigadores, quien añaden como ventajas que se trata de un compuesto muy barato, que puede ser administrado oralmente y que no produce efectos secundarios en las dosis probadas en el estudio.
El avance resulta especialmente significativo si se considera que el tratamiento contra el glioblastoma apenas ha cambiado desde 2005, cuando se estableció el protocolo actualmente vigente (denominado Stupp). “Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de la eficacia de la coenzima Q10 en el control de varias características del glioblastoma como el crecimiento, la invasión, la neovascularización y la infiltración de células inflamatorias, así como las bases moleculares que afectan estos procesos”, subrayan los responsables del hallazgo. “Teniendo en cuenta los resultados que indican que la coenzima Q10 radiosensibiliza el tumor con pocos efectos secundarios importantes en astrocitos normales, sugerimos que podría ser interesante considerar su posible implementación dentro del protocolo Stupp para mejorar el tratamiento actual de esta patología mortal”.
Esta investigación está liderada por la Facultad de Medicina de Ciudad Real, con un grupo constituido por Javier Frontiñán Rubio, Emilio Llanos González, Sonia García Carpintero, Juan Ramón Peinado, Inmaculada Ballesteros Yáñez, Francisco J. Alcain, y Mario Durán Prado; y en la misma participan también otros especialistas de la UCLM como Margarita Villar Rayo y José de la Fuente, del grupo de investigación en Sanidad Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC); y Víctor M. Pérez García, del Laboratorio de Oncología Matemática. El equipo se completa con Luis A. Pérez Romasanta, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Salamanca (IBSAL); y Marcos Malumbres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).