El grupo de investigación GENUD Toledo, adscrito a la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en colaboración con el servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha comenzado a desarrollar un proyecto de investigación para evaluar la obesidad, los patrones de actividad física y sedentarismo y la salud cerebrovascular en la población adulta (de 20 a más de 65 años) con el fin de retrasar la aparición del envejecimiento no saludable.
Con el ánimo de profundizar en el estudio, los investigadores realizan un llamamiento a la participación a personas de edades comprendidas entre los 25-30 años, 50-60 años y más de 65 años que cumplan, además, con uno de los siguientes requisitos: realizar actividad física regular y no presentar obesidad o sobrepeso o no realizar ejercicio físico habitual y presentar obesidad o sobrepeso. Hasta el momento se han evaluado las 20 primeras personas “con alta satisfacción”, ya que “son pruebas que en la práctica clínica no son habitualmente prescritas en sujetos asintomáticos y proporcionan una excelente fotografía del estado de salud de cada participante”, indican. A cambio de su participación en este estudio, que se realiza de manera gratuita, recibirán un informe detallado sobre su salud física y cognitiva que ayudará a prevenir las enfermedades relacionadas con la demencia, la fragilidad y la discapacidad.
El proyecto, financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM), es fruto de la colaboración de dos grupos de investigación de larga trayectoria en investigación sobre envejecimiento, el grupo del estudio Toledo de Envejecimiento Saludable (ETES), dirigido desde el Servicio de Geriatría del Hospital de Virgen del Valle de Toledo por el doctor Francisco J. García, y el grupo de investigación GENUD Toledo de la UCLM, codirigido por los profesores Ignacio Ara y Luis M. Alegre.
Según indica Ignacio Ara, “las personas que participen en el proyecto tendrán la oportunidad de ser evaluados con diferentes pruebas que no suelen llevarse a cabo en la práctica clínica habitual” y además “estarán ayudando a prevenir el envejecimiento no saludable en las generaciones presentes y futuras”. Por su parte, el doctor García subraya el carácter interdisciplinar del proyecto, en el que colaboran geriatras, neurólogos, radiólogos y analistas clínicos del Hospital Virgen del Valle, graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y epidemiólogos de la Consejería de Sanidad, así como la “coordinación e integración de esfuerzos entre instituciones públicas”.
Los investigadores señalan que “el envejecimiento no saludable está muy relacionado con el envejecimiento vascular, la fragilidad y el deterioro cognitivo” y que las tres condiciones “están muy influenciadas por los estilos de vida”. Así, el sedentarismo y la obesidad favorecen la aparición precoz del envejecimiento vascular y existen fuertes evidencias de que el ejercicio físico lo retrasa. Igualmente existe una fuerte asociación entre el sedentarismo-obesidad, el deterioro cognitivo y la fragilidad. Por eso, “buscamos a personas jóvenes, de mediana edad y mayores con dos fenotipos diferenciados: personan que hacen ejercicio físico regularmente y no presentan obesidad y personas que no realizan ejercicio físico y presentan sobrepeso u obesidad”.
Según indican, se han elaborado estudios que evalúan tal relación en personas mayores, pero en personas jóvenes no existen evidencias acerca del papel que juega la fragilidad en este entramado de causas. “La fragilidad es más propia de personas mayores de 65 años, pero comienza a gestarse en edades medias de la vida y en ella intervienen los mismos factores que median en el envejecimiento vascular”.