El estudiante de doctorado en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) David Martín López acaba de publicar ‘Orígenes y evolución de la Universidad de Toledo (1485-1625)’, en el que reconstruye la génesis de la Universidad de Toledo a lo largo de su primer siglo de existencia como tal (1520-1625) y desde sus cimientos en el colegio de Santa Catalina, aprobado en 1485 por el papa Inocencio VIII.
Editado en el marco del convenio de la UCLM con las Cortes de Castilla-La Mancha, el estudio no se limita, en palabras de su autor, «a presentar la institución como un ente descontextualizado, sino relacionado con su entorno, la evolución del sistema universitario a partir de los Reyes Católicos y el contexto toledano en el que se encontró». De este modo, Martín López establece lazos entre las dos instituciones y acontecimientos como las Comunidades (el fundador era comunero) o con otras entidades educativas, como ocurrió con los jesuitas, «con los que existió un auténtico trasvase de conocimiento y de personal, con profesores y alumnos que eran, a su vez, hijos de San Ignacio», señala.
La investigación se estructura en cuatro capítulos. El primero presenta de manera sintética el mundo universitario entre la baja Edad Media y el Barroco: tipos de centros fundados en la Península Ibérica, materias de las diferentes facultades y algunos apuntes sobre la vida de los profesores y los estudiantes. El segundo capítulo expone los orígenes de la Universidad y la fundación del Colegio de Santa Catalina, en íntima relación con la vida de su fundador, el maestrescuela de la catedral Francisco Álvarez de Toledo Zapata, y sus sucesores.
El tercer capítulo hace referencia a la etapa en la que la Universidad comienza a adquirir cierta autonomía respecto al Colegio, con sus primeras Constituciones (1557), actas de claustros (a partir de 1575) e incluso la solicitud a Felipe II y su Consejo para que ambas instituciones fueran visitadas y así vigilar el cumplimiento de la normativa. «Parte novedosa de este capítulo es la atención a los restos arqueológicos de la plaza de Santa Catalina después de la intervención realizada en 2007 bajo la dirección de Arturo Ruiz Taboada», explica el autor.
El cuarto y último capítulo es un análisis del influjo que tuvieron las instituciones estudiadas en la cultura de su tiempo, a través de una serie de reseñas biográficas y bibliográficas, pertenecientes, sobre todo, a lo que el autor ha denominado como «periodo áureo» (finales del siglo XVI y principios del XVII), con personajes de la talla de Sancho de Moncada, Antonio de Covarrubias o los hermanos Narbona. El libro concluye con un anexo documental en el que se puede consultar la transcripción de los principales documentos fundacionales y relacionados con la evolución de las instituciones colegial y universitaria.
David Martín López cursa estudios de doctorado en el departamento de Historia de la UCLM, desde el que realiza un estudio sobre la provincia jesuítica de Toledo durante los reinados de Felipe II y Felipe III bajo la dirección del catedrático Francisco José Aranda Pérez. También pertenece al Grupo de Investigación de la UCLM ‘De Re Hispanica’, que ha desarrollado recientemente proyectos sobre las identidades culturales en la Castilla Moderna, la Monarquía Hispánica o el pensamiento político hispánico en la Alta Edad Moderna, entre otros.