El historiador Santos Juliá ha desgranado los cambios sociales que se produjeron en la España de la década de los sesenta durante su intervención en las jornadas de investigación «La dictadura se va de fiesta», que celebra la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el Campus de Ciudad Real. Entre otras circunstancias, ha aludido al masivo éxodo de las áreas rurales a las urbanas, las huelgas mineras que estimularon otras protestas sociales, y la creciente influencia de lo que se denominó «diálogo» y que inoculó actitudes democráticas en un régimen que aún no lo era.
Fascinante. Ese es el adjetivo que elige el historiador y sociólogo Santos Juliá para referirse a la década de los sesenta del siglo pasado en España. A pesar de los rigores del régimen, el país comenzó a experimentar transformaciones, muchas de ellas culturales, que este experto en la España del siglo XX considera insólitas en una dictadura. Santos Juliá ha inaugurado esta tarde en el Campus de Ciudad Real las jornadas La dictadura se va de fiesta, una iniciativa del Grupo de Estudios Históricos y Culturales Contemporáneos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) que profundiza en la campaña XXV Años de Paz, el proyecto que pretendía redimir la imagen pública de Francisco Franco en 1964 coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario del final de la Guerra Civil.
Durante su intervención en la Facultad de Letras, Juliá ha aludido a varias de las circunstancias que propiciaron un cambio tan significativo en la España de la época. En primer lugar, el éxodo masivo del campo a la ciudad, un fenómeno que reconfigura el dibujo de las españas rural y urbana. Paralelamente, se cuece una incipiente escisión dentro del propio régimen entre los denominados «tecnócratas», que abogaban por un cierto aperturismo, y los férreos defensores del Movimiento y, por tanto, del inmovilismo. Y, al mismo tiempo, las huelgas mineras del 62, que aunque arrancan como un conflicto obrero, se contagian a otros colectivos, desde intelectuales a algunos sectores de la Iglesia. Este cóctel da lugar, en opinión de Santos Juliá, a lo que en su tiempo se denominó el «diálogo». «El diálogo implica a gente que viene del marxismo, del cristianismo, del socialismo o del republicanismo, y se ve alimentado por una gran floración editorial, conduciendo a una deslegitimación de la dictadura antes de que la dictadura comenzara a descomponerse. Como ya he escrito –ha apuntado el historiador- aparecieron demócratas antes de la democracia».
Historiador y sociólogo, Santos Juliá es catedrático en la UNED y autor de obras de referencia para entender el pasado reciente de España, como Manuel Azaña. Una biografía política (1990), Un siglo de España. Política y Sociedad (1999) o Historias de las dos Españas (2004), por el que recibió el Premio Nacional de Historia. También mereció el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald en 2015 por Una historia de España a través de manifiestos y protestas (1896-2013).
Las jornadas continúan el 16 y el 23 de noviembre
Las sesiones de trabajo continuarán el miércoles 16 de noviembre con la intervención del catedrático de la Universidad Complutense Santos Sanz Villanueva, quien ofrecerá una panorámica de la literatura que se hacía en España a mediados del siglo pasado. A continuación, se presentarán tres comunicaciones que abordarán la realidad del arte, la novela hispanoamericana y el cartelismo en la época, a cargo de los profesores Julián Díaz, Matías Barchino y de Ramón V. Díaz del Campo, respectivamente.
Las jornadas concluyen el miércoles, 23 de noviembre, en una sesión que abrirá el crítico y director de cine Fernando Méndez Leite, y en la que también participarán los profesores María Rubio, con la comunicación titulada Por las rutas del triunfo y la derrota; José Corrales, con La cartelera teatral de 1964, y Alicia Díez de Baldeón, con De ‘Franco, ese hombre, al nuevo cine español.