La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha participado en un estudio, recientemente publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, que viene a demostrar que las políticas ambientales y la crisis económica sufrida han permitido reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno entre los años 2007 y 2014 en la atmósfera urbana de Madrid. Por el contrario, han aumentado los niveles del ozono troposférico en el aire.
Un estudio llevado a cabo por científicos de distintas universidades y centros de investigación españoles, entre los que se encuentra la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), muestra que entre los años 2007 y 2014 el ozono troposférico, uno de los más importantes contaminantes atmosféricos, ha aumentado entre un 30 y 40% en la atmósfera urbana de Madrid, frente al descenso del 20-40% que ha experimentado el dióxido de nitrógeno (NO2).
El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, recoge que la reducción en las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx=NO+NO2) debido a las políticas ambientales y a la crisis económica ha supuesto también una fuerte reducción en los niveles de ácido nítrico (HNO3) y en los niveles de partículas contaminantes (PM2.5), y todo ello en su conjunto ha llevado a una considerable reducción de la deposición de nitrógeno en la ciudad y los alrededores del área metropolitana, con el correspondiente impacto en los ecosistemas.
Los autores de este estudio, en el que ha participado el profesor de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de la UCLM Alberto Notario, aseguran que las menores emisiones de óxidos de nitrógeno han introducido cambios muy importantes en la química y composición de la atmósfera que deberían tenerse en cuenta a partir de ahora en el diseño de estrategias medioambientales para mejorar la calidad del aire de las ciudades.
Asimismo, sugieren que este cambio tan rápido en la capacidad oxidativa de la atmósfera de Madrid, –donde han aumentado las concentraciones de oxidantes atmosféricos como el radical OH o el propio ozono-, puede haber tenido también lugar en otras ciudades de Europa, donde los niveles de óxidos de nitrógeno deben reducirse aún más para cumplir con la legislación europea. Dicha reducción implica grandes cambios en la composición del aire urbano, pudiendo tener un impacto considerable en el clima tanto a escala regional como global a través de cambios en la fuerza radiativa.
El estudio ha sido liderado por el director del Departamento de Química Atmosférica y Clima del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Alfonso Sáiz. Junto a la UCLM, en el mismo ha participado el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas y la Universidad Politécnica de Madrid.