La Universidad de Castilla-La Mancha pondrá a disposición de la sociedad su telescopio solar para disfrutar del próximo eclipse de sol parcial que tendrá lugar el viernes, 20 de marzo. El instrumento se instalará en la explanada del Instituto de Investigaciones Energéticas y Aplicaciones Industriales de Ciudad Real, entre las 9.00 y las 11.00 horas, junto a otro de características normales de la Agrupación Astronómica de Miguelturra y dos ‘solaroscopios’.
El invierno llegará a su fin este año el próximo viernes, 20 de marzo, y lo hará con un eclipse solar que en España será parcial. Un mágico espectáculo que por unos minutos hará que una parte del astro rey desaparezca del firmamento y quede ocultada por la luna.
Ese día, entre las 9.00 y las 11.00 horas, tiempo estimado por los expertos durante el cual podrá disfrutarse de este inusual espectáculo, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) instalará en el aparcamiento del Instituto de Investigaciones Energéticas y Aplicaciones Industriales (INEI) del Campus de Ciudad Real, próximo a la Facultad de Medicina, un telescopio solar de 10 centímetros desde el cual los interesados podrán ver el eclipse de una manera segura y como, probablemente, nunca lo hayan visto antes.
Dicho telescopio, perteneciente al Observatorio Astronómico de la UCLM, permitirá ver las estructuras de la superficie del sol de manera única. Por norma, los eclipses se observan con un filtro opaco que sólo deja ver el disco solar y cómo la luna va cubriéndolo poco a poco. Sin embargo, este telescopio cuenta con un filtro especial que sólo deja pasar la línea de los 630 nanómetros que corresponde al hidrógeno y, por tanto, permite ver la granulación de la superficie solar, los matices de las manchas solares y las llamaradas solares que despiden plasma desde la superficie.
La actividad está abierta al público en general y junto al telescopio de la UCLM, la Agrupación Astronómica de Miguelturra instalará otro normal, con un filtro de mylar, que permitirá observar el disco solar y las manchas, siempre y cuando no haya viento; además de un par de solaroscopios que proyectarán la imagen del sol sobre una pantalla para que pueda verse el eclipse a ojo desnudo, sin ningún tipo de artilugio especial.