Tras el éxito de la primera edición, celebrada en octubre en el Campus de Albacete, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha acogido este lunes en el Campus de Toledo el taller ‘Comunicar la investigación científica y tecnológica’, en el que los expertos en divulgación científica Juan María Vázquez, Antonio Calvo, Fernando Torrecilla y Óscar Menéndez han ofrecido a investigadores y periodistas pautas para comunicar la ciencia. La iniciativa fue inaugurada por el rector, Miguel Ángel Collado, y por el vicerrector de Investigación, Julián Garde.
El catedrático de la Universidad de Murcia Juan María Vázquez incidió en la necesidad de comunicar la ciencia desde la Universidad, destacando que los científicos “contribuyen al bienestar social con el trabajo que acreditan”. El reto, señaló, “es que la sociedad confíe su bienestar a los científicos” y la estrategia “es sumar el ciudadano al investigador a través de las instituciones y de las universidades en particular”. Para eso “es importante que hagamos llegar la información a todos los que se sientan interesados para conseguir que se comprometan con la ciencia”.
El presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica, Antonio Calvo, defendió la comunicación de la investigación como “necesidad inexcusable”, señaló la importancia de la especialización e insistió en la necesidad de “saber mirar”. “Nuestro trabajo es dar con la pregunta oportuna, hacerla, obtener respuesta, contrastarla si es necesario y darla a conocer de manera que se entienda”, dijo. Además subrayó la “obligación moral” de los científicos de dedicar parte de su tiempo a relacionarse con el público “a través de los medios y de los periodistas adecuados” y dijo que los periodistas científicos “han de ser críticos y ayudar a formar opinión y criterio”. También señaló que divulgar la ciencia “contribuye al incremento de la calidad de vida” y apostó por la comunicación para “ayudar a decidir”, puesto que si los políticos deciden sobre gasto público en I+D+i, “la información sobre ello debería tener más relevancia en las sociedades contemporáneas”.
Fernando Torrecilla, que actualmente trabaja en el área de Comunicación de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, se centró en cómo convertir la ciencia en noticia. En este sentido, apostó por adaptar el lenguaje científico para facilitar su comprensión, huir de los tecnicismos, conocer el funcionamiento de los medios de comunicación, utilizar analogías y metáforas o aprovechar los temas de actualidad. El periodista dijo también que Internet ha desbancado a la televisión como primera fuente de información científica y ha cambiado el modelo de comunicación de la ciencia, “lo que tiene ventajas porque el investigador se convierte en fuente primaria pero rompe el papel regulador del periodismo”. También afirmó que las televisiones públicas “deberían tener contenidos de ciencia y tecnología” y apuntó que el gran reto para científicos y periodistas es “conseguir que la divulgación científica se valore”.
Finalmente, el comunicador científico y colaborador habitual de medios como El País, El Mundo, Público o Muy Interesante, Óscar Menéndez, ofreció la ponencia ‘Cuando comunicar es gratis’, en la profundizó en la forma más adecuada de divulgar la ciencia a través de las redes sociales. Tras afirmar que “sin comunidad no hay redes”, recomendó “seguir y leer a los demás y retuitear sobre ello”, defendiendo que la privacidad existe en la web 2.0 si se utilizan adecuadamente los filtros. También propuso nuevos usos como la creación de grupos para mejorar comunicación interna o fomentar las comunidades para apoyar intereses compartidos. En Twitter “hay que vencer la tentación de divulgar lo que hacen otros y contar algo que sea nuestro”, recomendó a los investigadores.
El taller concluyó con una práctica en la que los participantes aplicaron las enseñanzas de la mañana redactando una nota de prensa y una noticia, respectivamente, sobre su labor científica en la UCLM. Bajo la supervisión de Calvo, Menéndez y Torrecilla, el trabajo de los investigadores fue sometido a crítica constructiva y expuesto en redes sociales en aras de la buena comunicación entre periodismo y ciencia.