El futuro de la atención a la dependencia está marcado por la incertidumbre respecto a su sostenimiento en un contexto de inestabilidad económica. Este es uno de los primeros mensajes que ha podido oírse en la apertura del seminario sobre protección social a las personas dependientes que la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) celebra en Ciudad Real.
El sistema para la autonomía y la atención a la dependencia, es decir, el conjunto de servicios y prestaciones destinados a la protección de las personas en situación de dependencia, se encuentra en un momento determinante en la definición de su futuro. Considerado el cuarto pilar del estado del bienestar junto con las pensiones, la sanidad y la educación, el sistema de atención a la dependencia también ha sufrido los envites de la crisis económica en España y su futuro es incierto. Así lo ha señalado el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Juan José Rubio Guerrero, en la apertura del Seminario de Investigación Marcial Sequeira sobre “Aspectos prácticos de la protección social a las personas dependientes”, que se celebra en la capital ciudadrealeña entre hoy y mañana. Rubio, que participó como experto en la redacción del último informe para la revisión del modelo de financiación autonómica en 2017, achaca buena parte de la inseguridad que se cierne sobre la atención a la dependencia a lo que él considera sus principales deficiencias: la falta de concreción del catálogo de prestaciones y servicios a los que los dependientes tienen derecho, la indefinición respecto a sus mecanismos de financiación, y su consideración de “apéndice subordinado” del sistema socio-sanitario, lo que condiciona su eficiencia.
No obstante, Juan José Rubio considera que este momento debe ser considerado como una oportunidad para subsanar los fallos aplicando una receta que, a su juicio, pasa por “reducir drásticamente el peso de las prestaciones a las personas cuidadoras en el ámbito familiar, que debería ser un factor complementario, y profesionalizar estos cuidados”. Asimismo, el profesor cree en la necesidad de concretar una carta de servicios para todo el territorio nacional que detalle las prestaciones y los servicios contemplados en la atención a la dependencia y que se garantice una financiación suficiente. En su opinión, habría que “diversificar” la fuente de financiación de la atención a la dependencia, introduciendo fórmulas público-privadas “con incentivos fiscales más potentes”, y, por último, mejorar la coordinación socio-sanitaria.
Además del profesor Rubio Guerrero, han participado en la apertura del seminario su directora, la también profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real Concha Sanz Sáez; su colega Antonio Baylos Grau, el presidente de la Asociación Española de Salud y Seguridad Social, José Luis Monereo Pérez; y Fernando Sequeira de Fuentes, hermano del que fuera profesor de la UCLM Marcial Sequeira, fallecido en enero de 2018 y a quien se dedica el seminario.
El encuentro continúa durante toda la jornada de hoy y continuará mañana con la participación de expertos procedentes del ámbito académico y profesionales de los servicios sociales, la atención a la dependencia, la sanidad y la administración de justicia, así como personas dependientes y sus cuidadoras. El seminario está analizando de forma exhaustiva la realidad de la atención a la dependencia en España, incidiendo en su carácter cardinal dentro del estado de bienestar, en las garantías jurídicas de las personas dependientes y en la realidad cotidiana de los diferentes profesionales implicados en la misma.
Homenaje a Marcial Sequeira
El seminario está dedicado a la memoria de Marcial Sequeira, el que fuera profesor de Relaciones Laborales en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real y que falleció en enero del pasado año. Su compañero y amigo personal Antonio Baylos le ha dedicado unas palabras en la apertura del encuentro, recordándole como luchador antifranquista, un defensor de las libertades, y dotado de una profunda vocación docente, que ejerció primero en la Universidad Complutense, luego en la Carlos III y, finalmente, en la de Castilla-La Mancha. Y en este último destino fue “muy feliz”, según confesó su hermano Fernando, quien habló de Marcial como un hombre “extraordinariamente coherente, cabal, austero”.