El Instituto de Investigaciones Energéticas y Aplicaciones Industriales (INEI) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acogió una observación al sol con telescopios especiales propuesta por el Observatorio Astronómico de la institución académica. Actividad a la que asistió el rector de la universidad regional, Miguel Ángel Collado, y en la que participaron estudiantes, miembros del PAS (personal de administración y servicios), PDI (personal docente e investigador), así como otros interesados.
Durante esta observación se señaló que el sol es un astro muy brillante que emite gran cantidad de radiación, por lo que debe realizarse con instrumentos adecuados y diseñados específicamente para su estudio con filtros atenuadores y evitar daños irreparables en los ojos. Por ello, los equipos del Observatorio están preparados para ver el sol en diferentes longitudes de onda como el verde (540 nm) y el rojo H-alfa (656,3 nm). El primero permite ver los detalles presentes en la fotosfera como las manchas solares, regiones oscuras con temperaturas cercanas a los 4.000ºC relacionadas directamente con el ciclo solar de once años. El segundo muestra la cromosfera, capa más caliente (entre 10.000ºC y 1.000.000ºC), en la que tiene lugar una gran actividad magnética y en la que se producen fulguraciones que desprenden al espacio tanta energía como la liberada por varios millones de bombas atómicas explotando simultáneamente. También gigantescas llamaradas que siguen las líneas de campo magnético y alcanzan varios cientos de miles de kilómetros, la granulación solar, e incluso las manchas solares son visibles en esta longitud de onda.
El estudio del sol es importante no solamente por la influencia de este astro en la Tierra, sino también al ofrecer la posibilidad de analizar de cerca una estrella de un tipo muy común en el Universo. Pero a pesar de la intensa actividad investigadora que rodea al sol, y de disponer de grandes observatorios, la dinámica de este astro y los fenómenos asociados a él distan mucho de ser comprendidos. No en vano aún se desconoce cómo se produce el campo magnético solar, el ciclo de once años, o el motivo por el que la corona alcanza temperaturas de dos millones de grados siendo la que está más alejada del núcleo. De ahí que sea de gran interés conocer cuándo llegará a la Tierra el efecto de una gran tormenta solar para prevenir los daños que pueda causar en equipos electrónicos, satélites o incluso en el gran entramado de las telecomunicaciones y sistemas vitales para el funcionamiento de la sociedad. Por todo ello desde el Observatorio Astronómico de la UCLM se sigue de cerca la actividad solar