Los buitres son aves carroñeras de hábitos diurnos, sin embargo, investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha, y de las universidades de Coímbra (Portugal) y Autónoma de Madrid han documentado por vez primera en el mundo aves de esta especie alimentándose por la noche. El registro gráfico ha tenido lugar en la cordillera Cantábrica y los autores consideran que este comportamiento “inusual” podría estar relacionado con una escasez puntual de comida.
Investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) –centro mixto dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-, la Universidad de Coímbra y la Universidad Autónoma de Madrid han documentado por vez primera en el mundo buitres leonados (Gyps fulvus) alimentándose de noche en carroñas de ganado.
Se trata de un comportamiento “inusual”, ya que los buitres son aves carroñeras de hábitos diurnos, que ha sido registrado con unas cámaras de fototrampeo en la cordillera Cantábrica, en el Parque Natural de Somiedo (Asturias), y cuyas imágenes han sido publicadas en la revista científica Ecology, de la Sociedad Americana de Ecología. Es la primera vez que se documenta gráficamente este comportamiento en el mundo y el primer registro de buitres del Viejo Mundo (Europa, África y Asia) alimentándose en una carroña durante la noche.
Los buitres están especializados en localizar carroñas durante el día, de ahí lo insólito de este registro que lo hace “único”. Según explican los investigadores, aprovechan las corrientes de aire que ascienden cuando el sol las calienta para prospectar grades áreas en busca de carroñas sin un excesivo gasto energético, valiéndose para ello de una gran capacidad de vuelo y una potente vista. Estas adaptaciones han llevado a los buitres a ser los únicos vertebrados terrestres especialistas en el consumo exclusivo de carroña, un recurso escaso e impredecible.
Los investigadores, entre los que se encuentra la postdoctoral del IREC Patricia Mateo Tomás, consideran que este “comportamiento inusual” podría estar relacionado con una escasez puntual de alimento. “La escasez de un determinado recurso, como sería en este caso la carroña, incrementa la competencia entre los individuos de la misma especie que intentan acceder a él. Como resultado de ese aumento de competencia intraespecífica, algunos individuos pueden modificar sus hábitos para aumentar sus posibilidades de acceder al recurso, expandiendo así el nicho trófico de la población”, explican.
La extraordinaria ampliación del nicho trófico temporal de los buitres, descrita en el artículo Griffon vultures scavenging at night: trophic niche expansion to reduce intraspecific competition? que publica Ecology, solo se registró, según los investigadores, en dos carroñas de un total de 93 (2%) con seguimiento en la misma zona entre los años 2011 y 2014, lo que indica que “no se trata de un comportamiento ni mucho menos común en la especie”. No obstante, la alimentación durante la noche se une a otros comportamientos inusuales descritos en el buitre leonado, como los ataques al ganado o la alimentación en vertederos, que parecen relacionarse con la escasez de alimento más o menos pronunciada.
Así, los autores del trabajo recomiendan que “se preste mayor atención” a las posibles consecuencias ecológicas y evolutivas que una gestión inadecuada de carroñas mediadas por el ser humano, como la que se aplicó en toda Europa tras la crisis de las vacas locas o la pérdida de actividades ganaderas tradicionales como la trashumancia, puedan tener en el nicho trófico de especies carroñeras como el buitre leonado.