‘El Tajo, un río de contrastes’, de Enrique García Gómez, es la nueva publicación impulsada desde el Grupo de Investigación del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), orientada con finalidad didáctica a estudiantes del segundo ciclo de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato. Coordinado por la profesora Beatriz Larraz, el libro contó en su presentación con el apoyo de las plataformas para la defensa del río de Talavera, Toledo y Aranjuez.
Editado por Ledoira, «es un libro con un claro trasfondo de educación ambiental en el entorno fluvial, que pretende sensibilizar sobre la importancia de los ríos para las poblaciones ribereñas y los problemas a los que estaríamos abocados como sociedad si no cambiamos nuestros hábitos ni la gestión que hacemos de sus recursos», explica la profesora Larraz.
El libro es un monográfico sobre el Tajo que incluye sus aguas y toda la superficie regada por ellas, sin olvidar habitantes, paisajes, bosques de ribera y la fauna asociada a ellos. «A través de este libro podrán los lectores conocer en profundidad la cuenca del Tajo y las alteraciones producidas por la acción humana en sus aguas y su entorno, planteándose algunas soluciones que podrían mejorar su actual estado de salud», prosigue Larraz. En este sentido, «la cuenca del Tajo se presenta como un medio natural que hay que cuidar, con el objetivo de que las sociedades futuras puedan también disfrutar de él».
La publicación forma parte de un proyecto educativo en torno al río Tajo que cubre todas las etapas educativas y persigue, de forma gradual, concienciar a la sociedad sobre la necesidad de mejora de la cuenca hidrológica. «Somos conscientes de que resulta necesario trasmitir y enseñar cómo intervienen los ríos en la garantía de abastecimiento de agua potable; cómo los utilizamos para devolver a ellos las aguas residuales tras un no siempre suficiente proceso de depuración; la necesaria existencia de una mínima dinámica fluvial imprescindible para que se lleven a cabo los procesos hidrológicos normales o los beneficios sociales que proporciona un río en buen estado», señala la profesora.
Por todo ello, recomienda su lectura no solo a los estudiantes en el entorno académico y al profesorado que dedica su labor a la sensibilización ambiental, «sino también a todo tipo de personas, independiente de la edad y la procedencia».