El grupo de investigación en Neurobiología de la Audición, del Instituto de Investigación en Discapacidades Neurológicas (IDINE) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha obtenido en EE.UU. una innovadora patente para el tratamiento de las pérdidas auditivas producidas por exposición al ruido. Una segunda patente, encaminada al tratamiento de las sorderas del envejecimiento, se encuentra en vías de concesión, tal y como señala el catedrático de la UCLM y director del grupo de investigación, José Manuel Juiz.
El tratamiento patentado se fundamenta en proteger las células del oído interno de la muerte por el ruido excesivo, “la causa más frecuente de sorderas adquiridas”, indica el profesor Juiz, quien explica que, en condiciones normales, las células auditivas, similares a las neuronas, reciben ondas de sonido y las transforman en señales bioeléctricas que viajan por complejos circuitos neuronales hasta la corteza cerebral, produciendo la sensación sonora. “Esta transformación en señal eléctrica necesita una gran cantidad de energía suministrada por el propio metabolismo celular, pero si la estimulación sonora es excesiva, como ocurre con el ruido intenso, las células sensoriales auditivas generan grandes cantidades de productos metabólicos de desecho, denominados radicales libres, que alteran su estructura por oxidación y anulan su función”. Esto produce, según añade, una cadena mortal de procesos oxidativos tóxicos (“estrés oxidativo”). “Al igual que las neuronas, las células auditivas del oído interno una vez que mueren no se regeneran, por lo que sobreviene una sordera irreversible”, señala.
El tratamiento patentado utiliza una combinación de sustancias antioxidantes y vasodilatadoras que, administrada por vía oral a dosis adecuadas, actúa sobre distintas reacciones bioquímicas en la cadena de oxidaciones tóxicas, revirtiendo el daño metabólico y evitando su muerte. Además, el grupo de investigación ha demostrado que existen efectos dañinos de ruidos poco intensos que se acumulan a lo largo del tiempo empeorando la sordera en el envejecimiento, y que, con dicho tratamiento prolongado, bloquearía estos efectos dañinos “enlenteciendo y haciendo menos profunda sordera del envejecimiento”.
El profesor Juiz indica, además, que “aunque estos mecanismos de daño y muerte se llevan explorando hace tiempo, la innovación de esta patente estriba en la sencillez de administración, la eficacia y la demostración científica de mecanismos de acción protectora de la audición del compuesto por vía oral”.
El trabajo que ha llevado a la misma ha sido realizado de por el grupo de la UCLM a través de un proyecto europeo, con participación de la Universidad de Michigan (EE.UU.). La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), dependiente del Vicerrectorado de Transferencia e Innovación de la UCLM, ha sido responsable, en colaboración con su homóloga de la Universidad de Michigan, de la gestión, por la que se ha obtenido esta patente para la UCLM en el territorio de EE.UU., dada la existencia de limitaciones para la patente en la normativa europea.