La Asamblea General asegura que la transformación de la prueba final de bachillerato en la alternativa a la actual PAU «es la solución menos mala» porque garantiza que los estudiantes puedan moverse por todas las universidades
Los rectores del Grupo 9 de Universidades (G9) han valorado positivamente la modificación de la LOMCE que está tramitando el Gobierno y que posibilitará que la prueba final de Bachillerato se transforme en la prueba de acceso a la Universidad. En una reunión celebrada en Oviedo, los rectores han considerado que es fundamental que no se rompa el distrito universitario español y que los estudiantes puedan moverse por todas las universidades.
El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, presidente del G-9, ha explicado los principales asuntos debatidos durante la reunión, a la que también han asistido los rectores: Segundo Píriz (Universidad de Extremadura y presidente de la CRUE); Alfonso Carlosena (Universidad Pública de Navarra); Ángel Pazos Carro (Cantabria); Julio Rubio García (La Rioja); Llorenç Huguet (Illes Balears); y Miguel Ángel Collado (Castilla-La Mancha), además del secretario del G9, Jorge Martín, y el ex-rector de Cantabria, José Carlos Gómez Sal.
La Asamblea General de rectores ha querido enviar un mensaje de tranquilidad a los jóvenes que actualmente cursan 1º de bachillerato e iniciarán los estudios universitarios en el curso 2017-2018. El presidente de la CRUE, Segundo Píriz, ha explicado que tras la negativa del Gobierno a una prórroga del actual modelo de acceso a la Universidad, finalmente se ha llegado a un acuerdo por el que el Gobierno transformará la prueba final de bachillerato, prevista en la LOMCE y voluntaria para los estudiantes, para sustituir la actual PAU. Segundo Píriz ha indicado que «es un modelo muy parecido al que hay ahora».
Habrá una coordinación por parte del Gobierno central, pero serán las comunidades autónomas las que, sobre la base de esa coordinación, pongan las preguntas y los cuestionarios que estimen oportunos. «En nuestra opinión es la solución menos mala porque permite no romper el distrito universitario español y facilita que los estudiantes puedan seguir moviéndose por todas las universidades», ha indicado Píriz. Esta ley está en fase de información en el Consejo de Estado y los rectores del G-9 confían en que «se tramite con celeridad y vea pronto la luz».
El nuevo presidente semestral del G9, Santiago García Granda, ha informado de otros de los asuntos abordados durante la reunión y que forman parte de las preocupaciones de los rectores, entre ellos la necesidad de un consenso nacional sobre la duración de los títulos de Grado y de Máster Universitario, y la tasa de reposición. Sobre este último punto, García Granda ha indicado que «solicitaremos al Gobierno que desaparezca la tasa de reposición» en universidades públicas y las OPIs (Organismos Públicos de Investigación). «Somos conscientes de las dificultades económicas y de la austeridad que debemos mantener, pero queremos que no haya impedimentos a que se produzca un relevo generacional», ha añadido.
La Asamblea General de rectores ha analizado también la necesidad de fomentar la internacionalización de las universidades, la ampliación de la oferta docente en el Campus Virtual para atender la creciente demanda, y las actividades que habitualmente impulsa el G9, como la Liga de Debate Interuniversitario, las Jornadas Doctorales, el Certamen musical, el Concurso de Monólogos o la conmemoración del 20 aniversario del Grupo 9 de Universidades, entre otros temas.
Durante la reunión, se ha hecho entrega del I Premio de Investigación en Estudios de Género G9, que ha recaído en Mónica Ramos Toro, de la Universidad Autónoma de Madrid; maría Zapata Hidalgo, de la Universidad del país Vasco, y Ariadna Soteras Iribarren, de la Universidad Pública de Navarra, que han obtenido, respectivamente, los premios a la mejor Tesis Doctoral, mejor Trabajo Fin de Máster y mejor Trabajo Fin de Grado.