Ingenio, agilidad verbal y risas, muchas risas. El Paraninfo Luis Arroyo del Campus de Ciudad Real volvió a llenarse ayer con motivo del Certamen de Monólogos de la Escuela Superior de Informática, un evento que gana proyección nacional como descubridor de nuevos valores del humor.
El Certamen de Monólogos de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real ha cumplido dieciséis ediciones en las que ha logrado consolidarse como cantera de humoristas. De este concurso ha salido, por ejemplo, el humorista Agustín Durán, uno de los mejores exponentes del denominado “humor manchego”, que ayer volvió a ejercer de maestro de ceremonias de un concurso que él mismo ganó hace ya varios años, cuando estudiaba Magisterio en la, por entonces, escuela universitaria ciudadrealeña.
El honor de ganar el Certamen de Monólogos de la Escuela de Informática ha correspondido este año al almeriense Juan Manuel Molina, estudiante residente en Madrid; mientras que el accésit al mejor monólogo a un estudiante del propio centro universitario fue para Pablo Ruiz.
El sexteto finalista se completó con Juan Pablo Coello, Fátima Requena, Rubén Faura y Rubén Moya, el ganador del año anterior. Todos ellos cargaron sobre sus hombros la responsabilidad que implica la participación en el concurso y recibieron los aplausos del público incondicional. Como el artista invitado, Nacho García, quien centró su monólogo en los efectos del paso del tiempo en el cuerpo y en el alma.
Una maravillosa banda en directo también trabajó intensamente para lograr que el Certamen de Monólogos de la Escuela de Informática fuera un nuevo éxito, la joya de la fiesta de Santa Tecla que culmina hoy con la graduación de la séptima promoción de graduados.