La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acoge una nueva edición del programa “Campus inclusivos. Campus sin límites”, la iniciativa de las fundaciones ONCE y Repsol y del Ministerio de Educación que pretende reducir el abandono escolar temprano de los jóvenes con discapacidad. Dieciséis de estos estudiantes de ESO y Bachillerato han llegado hoy al Campus de Ciudad Real para vivir la experiencia universitaria durante doce días en los que quizá descubran sus vocaciones.
Un total de diecéis preuniversitarios con discapacidad, procedentes de diferentes puntos del país, participan desde hoy y hasta el día 14 en el proyecto “Campus inclusivos. Campus sin límites” en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Los jóvenes, estudiantes del último ciclo de ESO y de Bachillerato, han comenzado su experiencia universitaria en el Campus de Ciudad Real, aunque también recorrerán el resto de las sedes de la institución académica para desarrollar las actividades docentes, culturales y de ocio que ha preparado la UCLM y entre las que se incluyen talleres de robótica, de construcción de puentes y de exploración cardiopulmonar o visitas a puntos de interés de la región. En el desarrollo de estas actividades se han implicado distintos centros de la Universidad regional, su personal docente e investigador y de administración y servicios, y voluntarios.
Esta es la segunda vez que la UCLM participa en una convocatoria de carácter nacional y competitiva para las universidades españolas, e impulsada por las fundaciones Once y Repsol y el Ministerio de Educación, con el objetivo de reducir las tasas de abandono escolar prematuro de los jóvenes con discapacidad. Durante la recepción a los participantes en esta nueva edición, el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado, ha incidido en el alto impacto de la iniciativa: más del treinta por ciento de los alumnos que pasan por los campus inclusivos prosiguen con su formación superior, “algunos en la propia Universidad de Castilla-La Mancha y en carreras tan competitivas como Medicina o Farmacia”, ha señalado.
Precisamente a estudiar Medicina aspira la albaceteña Inés Martínez, una de las alumnas que toman parte en los campus inclusivos y que ha confesado a los medios que lo que la convenció para participar en el programa fueron los talleres prácticos, que “te ayudan a verte a ti misma en el futuro, en la universidad y en un trabajo”. Su compañero Pablo Molina ha llegado a la UCLM desde Málaga y como veterano de los campus inclusivos con la intención de reafirmarse en su intención de estudiar el grado de Ingeniería Informática y desarrollar una carrera investigadora.
Derribar barreras
El desarrollo de esta experiencia en la UCLM es posible gracias al Servicio de Ayuda al Estudiante con Discapacidad (SAED), dependiente del vicerrectorado de Estudiantes y Responsabilidad Social. El SAED, en colaboración con organizaciones como la ONCE y el trabajo de sus voluntarios, facilita cada curso el acceso a la Universidad de Castilla-La Mancha de jóvenes con discapacidad; doscientos en la actualidad. “Para garantizar la igualdad de oportunidades hay que derribar las barreras externas y también las internas que, a veces, tienen los propios estudiantes”, ha señalado la vicerrectora de Estudiantes y Responsabilidad Social, Ana Carretero, para quien los campus inclusivos contribuyen a eliminar prejuicios respecto a las dificultades de acceso a la enseñanza superior para personas con diferentes capacidades.
En este sentido se han expresado también la comisionada para Universidad, Juventud y Planes Especiales de la Fundación Once, Isabel Martínez Lozano, y el director general de Universidades, Investigación e Innovación, Ricardo Cuevas. Ambos han agradecido la implicación de la UCLM en el proyecto y han animado a los participantes a aprovechar la experiencia.