En la orla de la última promoción del grado en Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) sorprende una cosa: entre los bustos de estudiantes acicalados y con banda azul celeste, destaca el de la perra guía Desi, que ha acompañado a su dueño, Abel Beldad Serrano, en toda una aventura de superación.
Abel Beldad Serrano es uno de los veinticinco integrantes de la última promoción del grado en Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Al igual que el resto de sus colegas, comenzó los estudios universitarios en la Facultad de Letras de Ciudad Real en 2018, y ahora, cuatro años después, aparece en la orla conmemorativa que certifica la última hornada de nuevos historiadores e historiadoras.
La particularidad de esa orla es la particularidad de Abel. Es una perra labradora que se llama Desi y que lo acompaña desde hace seis años, desde el momento en que Abel perdió la vista como consecuencia de una neuropatía degenerativa irreversible cuando tenía 56 años. “De repente comencé a ver como con niebla, y luego ya no vi más”, explica Abel, que por entonces regentaba el bar Los Arcos, un popular establecimiento de la calle La Mata, en Ciudad Real. “Tuve que dejar el bar porque era imposible seguir trabajando así, aunque intenté mantenerlo hasta el final”, asegura.
Entonces, se decidió a estudiar un grado en Historia. ¿Por qué Historia? “Porque siempre me había gustado mucho y ahora tenía tiempo”. Sencillo. ¿Sencillo? Hasta ese momento, Abel Beldad Serrano había obtenido el graduado escolar en el centro de educación para adultos y no sabía leer Braille. Aún así, se preparó las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años y aprobó. El resto es Historia.
Aunque le queda alguna asignatura y el trabajo fin de grado para obtener su título, Abel Beldad Serrano no ha querido perderse la oportunidad de compartir la orla con el resto de la promoción, con el equipo docente y con su perra. “Desi ha venido a todas las clases conmigo, es una más en la facultad, y siempre se porta estupendamente”, asegura.
En esta aventura de superación, Abel agradece de corazón la ayuda de sus compañeros y compañeras, del profesorado, y del Servicio de Apoyo al Estudiante con Discapacidad (SAED) de la Universidad de Castilla-La Mancha. “Las personas del SAED te acompañan desde que empiezas tus estudios en la Universidad, te ayudan en todo, te informan de los procedimientos o los horarios e incluso te acompañan a los sitios hasta que te familiarizas con ellos”, afirma Abel, quien también insiste en el buen talante de docentes y estudiantes. Y anima a las personas que como él se encuentren con alguna dificultad a que no descarten su sueño universitario.