Coincidiendo con el inicio oficial del curso académico 2015/2016, la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha presentado su prototipo T de ‘casa patio natural’, desarrollada por la Cátedra Manuel de las Casas en el marco de colaboración con Lafarge-Holcim. A la inauguración asistieron la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Formación Permanente, Fátima Guadamillas, y la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz.
En el proyecto para el prototipo T tiene un papel fundamental el hormigón, un material que Lafarge-Holcim, patrocinador de la Cátedra Manuel de las Casas, quiere acercar al uso doméstico. Su directora de Comunicación, Laura Villaescusa, también participó en la inauguración del curso, en la que el director de la Escuela, Juan Ignacio Mera, señaló el reto que tienen ante sí los estudiantes de la primera promoción. Este año concluyen sus estudios y habrá que ver “qué hacen de vedad”. El profesor Mera indicó que la preocupación del centro es que salgan “con la mejor formación desde el punto de vista ético y técnico” y alabó el “alto nivel” de estas enseñanzas, avaladas por numerosas instituciones. En relación con la futura sede de la Escuela, que se ubicará en la antigua Nave de Espoletas de la Fábrica de Armas, su director apuntó que se hará “reflexionando sobre la economía y “con respeto los vestigios industriales”.
En declaraciones previas a la inauguración del curso, la vicerrectora subrayó que el modelo educativo de la Escuela de Arquitectura afronta retos como la sostenibilidad, la eficiencia energética o la calidad de vida y destacó que ofrece formación práctica abierta a la ciudadanía, como muestran las intervenciones con apoyo municipal realizadas en Torrijos o en Toledo. La profesora Guadamillas señaló como ventaja de este centro los grupos reducidos y afirmó que su último reto es rehabilitar, en colaboración con la Oficina de Gestión de Infraestructuras de la UCLM, la que será su futura sede.
Por su parte, la consejera de Fomento afirmó que el del arquitecto es “el oficio más bello del mundo” e invitó a los alumnos a “no rendirse ante la mala prensa”. De la Cruz apeló a una arquitectura “que resuelva los problemas del ciudadano” y dijo que su enseñanza no puede dejar de lado la sostenibilidad. También apuntó que el desafío de los futuros arquitectos es “romper el paradigma de la vivienda como inversión, como objeto de lujo” y estableció su reto en “diseñar para las personas” más allá de los conceptos matemáticos, físicos o legales. “Creemos en ciudades con una dimensión más humana, que mejoren la vida de los ciudadano”, dijo.
Prototipo T
En el prototipo T el patio entendido como el corazón de la casa, el centro natural en el que confluyen elementos exteriores (sol, agua, nieve, aire y vegetación) y la energía para el uso interior de la casa (producción de calefacción y refrigeración, control del sistema eléctrico, acometidas de agua, etc. alojados bajo tierra). La casa se ordena con libertad alrededor de este centro energético, permitiendo configuraciones diversas por medio de elementos funcionales (aseos, electrodomésticos, armarios…) modulares y móviles. La idea, apuntan los profesores Juan Mera y Luis Gil, “corresponde de lleno con el programa ‘Building Better Cities’ de Lafarge-Holcim, que trata de avanzar en la construcción sostenible para la gran mayoría”. Un sistema, señalan, “válido para cualquier dimensión de casa unifamiliar, pero también agrupable, incluso en altura (bloques de viviendas)”.
El evento, en el que también tuvo lugar la presentación del número tres de la revista MAET, concluyó con el concierto de música contemporánea ‘De las arquitecturas sonoras a la performance’.