El catedrático de Producción Animal Julián Garde reiteró hoy su compromiso con la institución y la región en su acto de investidura como rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, celebrado en el Campus de Ciudad Real, y en el que estuvo muy presente el recuerdo y el agradecimiento a quienes le han acompañado en este “proyecto de cambio”. Ante las dificultades económicas actuales, el rector apostó por la investigación y la educación, como “ejes prioritarios” del modelo de reconstrucción social y económico de España y de Castilla-La Mancha, pues de ello, dijo, “depende nuestro futuro”.
El catedrático de Producción Animal José Julián Garde López-Brea ha sido investido esta mañana rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), tras ser elegido el pasado mes de diciembre con el respaldo mayoritario de la comunidad universitaria. En este sentido, sus primeras palabras fueron de recuerdo a las víctimas de la pandemia de la COVID-19 y de agradecimiento a quienes han sido los artífices de la esperanza en la lucha contra esta enfermedad: los investigadores; así como a la comunidad universitaria, por el apoyo depositado en “nuestro proyecto de cambio” con el que confía ser capaz de “construir una Universidad más moderna, más dinámica, más comprometida socialmente y más internacional”. En definitiva, “la Universidad que nuestra tierra y nuestras gentes esperan”.
Visiblemente emocionado y como ya lo hizo al día siguiente de la cita electoral, el rector aseguró en la solemne ceremonia de investidura que se ha celebrado en el Paraninfo Luis Arroyo del Campus de Ciudad Real, bajo la presidencia del máximo responsable del Gobierno regional, Emiliano García-Page, que toma las riendas de la institución con “tremenda responsabilidad” y advirtió que la nueva forma de gestionar y entender aquélla “necesitará de un tiempo prudente”. “No tenemos prisa. Seremos prudentes y responsables. Gobernaremos con templanza para todos”.
Ante un aforo reducido y con las medidas de seguridad e higiénicas que marcan los tiempos, y siendo testigos, entre otros, la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; el presidente del Consejo Social de la UCLM, Félix Sanz Roldán; el rector honorario, Luis Arroyo; su antecesor directo en el cargo, Miguel Ángel Collado; así como diferentes representantes de la vida política, social y económica de la región, Julián Garde juró su cargo y recibió los atributos de rector: el birrete, la medalla y el bastón de mando, tras la lectura del decreto de nombramiento del rector por parte de la secretaria general de la UCLM, Isabel Gallego.
En su discurso, el rector defendió la inversión en investigación y educación como apuesta de futuro y el valor de la universidad como “un servicio esencial”; al tiempo que enumeró sus compromisos con la institución. Así, aseveró que dirigirá un programa de gobierno “factible y realista”, que permita que “todas las personas que forman parte de la UCLM participen de él, que valore lo que se ha hecho bien y sobre ello promueva mejoras y nuevos consensos que permitan avanzar hacia nuevas oportunidades”.
Igualmente, abogó por un proyecto que promueva “la formación de calidad y la innovación docente” y fomente la dimensión social de la Universidad; “responsable con la difusión y la transferencia de conocimiento a la sociedad y al sistema productivo, que considere fundamental el diálogo entre la Universidad y la sociedad”; y “cohesionado, que fomente la cultura de la exigencia, el comportamiento ético y el reconocimiento del mérito y la capacidad”.
El rector de la UCLM confió en atraer a un conjunto amplio de la institución para construir “un proyecto único”, “una nueva Universidad, heredera del esfuerzo realizado anteriormente”. Para ello, reconoció, “vamos a necesitar” la ayuda del Gobierno regional, representado hoy en la persona de su presidente, a quien advirtió “intentaremos persuadirte, proyecto por proyecto, artículo por artículo, concepto por concepto, de todas las bondades y beneficios que nuestra Universidad retorna al tejido social, porque la inversión en capital humano garantiza un futuro más próspero y esa es la tarea que tenemos encomendada”. A cambio, ofreció “total lealtad” en el desempeño de su acción de gobierno y la de su equipo, asegurando que serán “reivindicativos y críticos” cuando proceda, pero “absolutamente fiables y entregados a la labor de contribuir a la consecución de una mejor sociedad castellano manchega”.
Continuó su intervención Garde, subrayando que la reclamación de “más presupuesto”, “irá siempre de la mano de la consecución de objetivos identificables y rigurosos” y será la negociación del nuevo contrato-programa para la Universidad la que dé la oportunidad de “fijar de forma mutua esas obligaciones y reivindicaciones”. Así, y sensible a las dificultades económicas actuales, el rector apuntó que es en épocas de crisis cuando más hay que apostar por la investigación y la educación, porque de ella depende nuestro futuro, y que ambas deben ser “ejes prioritarios” del modelo de reconstrucción social y económico.
A lo largo de su intervención, Garde expuso su apego a esta región, recordó la figura de su madre, a quien ha tenido la “necesidad imperiosa” de tenerla cerca en estos primeros tres meses de mandato, y de su padre, nacido en un pequeño pueblo de Cuenca y que hoy se sentiría “tremendamente orgulloso”; y agradeció de forma reiterada a su familia su apoyo incondicional. Además, hizo alusión a las misiones de la Universidad y se refirió al papel que juegan los miembros de la comunidad universitaria. Los estudiantes, a los que puso en el centro del tablero, como prioridad, y a los que “no se puede dejar atrás” por problemas económicos sobrevenidos y para quienes en breve solicitará al Gobierno regional un programa extraordinario de ayudas para solventar ese tipo de situaciones en el actual curso; los profesores, encargados de “enseñar bien”; los investigadores, “dignidad y alma” de la Universidad y encargados de que “la ciencia progrese” en ella; y el personal de administración y servicios, “armazón” de la institución”.
Cerró el acto de investidura el presidente del Ejecutivo autonómico, quien felicitó al nuevo rector y al conjunto de la UCLM, a quién aventuró “una etapa de crecimiento y expansión moderada y sensata”. Aquí, García-Page hizo público su apoyo a la institución académica y a su responsable, que en las últimas semanas ha presentado al Gobierno regional “un plan ambicioso” a 2025, al que se ha referido como ‘Plan Garde’, con una “estrategia y una idea cierta” de lo que se quiere hacer y cómo. Por último, el presidente de la Junta aseguró que la sociedad castellano manchega necesita “mucho más que nunca” a la Universidad porque su materia prima es el talento, el cual hay que retener y recuperar; aceptó el plan de rescate planteado por el rector para estudiantes afectados por la crisis y el consecuente impago de matrícula; y anunció una convocatoria de investigación dotada de 10 millones que beneficiará a 300 investigadores y la posible gratuidad de la primera matrícula.
La pandemia de la COVID-19 ha hecho reducir al mínimo, en esta ocasión, la procesión del claustro de doctores. La ceremonia de investidura ha contado con una intérprete de lengua de signos y con los intérpretes: Bárbara Arredondo Genaro, soprano; y Mercedes Bravo Cabanes y Juan José Pastor Comín, al piano.