Una veintena de especialistas de cinco países se dan cita desde este miércoles en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para analizar desde una perspectiva multidisciplinar los límites del Toledo medieval, tanto literales como figurativos, y las comunidades humanas asentadas en la frontera entre los reinos cristianos del norte y las taifas del sur. En la inauguración del congreso, que se desarrollará hasta el viernes, participaron la vicerrectora Fátima Guadamillas y la decana de Humanidades, Rebeca Rubio.
Organizado por la Texas State University y la UCLM en el marco de su convenio de colaboración académica, el simposio The Multi-Cultural Borderlands of Medieval Toledo reunirá entre el 5 y el 7 de junio en Toledo a 22 académicos de España, Francia, Alemania, Estados Unidos y México para explorar temas multidisciplinares en los que tendrán cabida la arqueología, la lengua, el discurso filosófico, el ámbito del derecho o la geografía del Toledo medieval.
Según explica la profesora Yasmine Beale-Rivaya, coordinadora del encuentro, se trata de abordar Toledo “como lugar multicultural de frontera” y ver cómo diferentes perspectivas “informan un mismo tema”. Beale-Rivaya, que coordina el grupo de investigación Spanish Research Network, destaca la implicación y el interés de su Universidad por el Toledo medieval. “Enfocamos nuestro trabajo a la investigación que se hace en España o utilizando fondos españoles”, indica recordando la raíz latina de Texas.
Por su parte, la también coordinadora María José Lop señala que el Toledo medieval “en toda su dimensión es bastante especial desde el punto de vista cultural, no tanto por el mito de las tres culturas que siempre se aborda, sino porque realmente, incluso después de ser cristiano, presenta una gran diversidad y sirve muy bien para mostrar lo que fue la Edad Media”. En este sentido, durante los siglos XII y XIII fue una ciudad “muy cosmopolita en el sentido moderno de la palabra”, con gentes “de muy diversa procedencia y muy diversas lenguas”, lo que procuró “una gran riqueza”. La actividad académica se completa con visitas al archivo municipal, “depositario realidad cultural de Toledo”, y rutas del Consorcio, “que son parte importante de nuestro patrimonio”, indica la profesora.