La profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) María Martínez Carmena ha publicado una nueva monografía sobre la OTAN, editado por Aranzadi con el título La creación de la Alianza Atlántica en el marco de la política de contención. La obra analiza el periodo histórico en que se gestó la organización, dando continuidad a la monografía anterior, publicada en 2013 bajo el título La OTAN: de alianza defensiva a organización de seguridad.
“Si la primera monografía se dirigió fundamentalmente al análisis de las distintas funciones de la OTAN a lo largo de su historia, este otro pone el acento en el periodo histórico en el que la Alianza se gestó”, explica la profesora. Un periodo que define como “convulso y difícil”, en el que los líderes de las potencias aliadas occidentales se vieron abocados a tomar decisiones de gran calado tras la dolorosa experiencia de la II Guerra Mundial. “Tenían ante sí el desafío de construir un orden internacional nuevo tras las cenizas que dejó el III Reich en toda Europa, y en este sentido, e inspirados por los principios wilsonianos, habían diseñado la Carta de las Naciones Unidas por la que se creó la Organización de las Naciones Unidas en 1945, que representó y continúa representando el anhelo de conseguir la paz a través del derecho”.
Pese a todo, el entendimiento entre los estados aliados tras la derrota de Hitler no fue posible “por las irreconciliables ideologías soviética y occidental, que encauzaban aspiraciones hegemónicas de distinto tipo, y se resquebrajó completamente tras la dolorosa división de Alemania”, añade. El mundo se tornó bipolar y las aspiraciones de gestionar las crisis mundiales a través de un directorio de cinco potencias en el Consejo de Seguridad “se convirtieron en una entelequia”.
Ante tal situación de tensión, la autora considera que fueron la sagaz visión de Churchill, ya en las postrimerías del conflicto mundial, y el pragmatismo del presidente Truman ante el avance del expansionismo soviético, sumados al acuerdo ideológico de gran parte de los estados democráticos occidentales los que, grosso modo, impulsaron la creación de la Alianza Atlántica. “Una alianza que sirvió, sobre todo, de soporte psicológico para la recuperación económica de Europa y para el mantenimiento de los Estados Unidos como potencia hegemónica frente a la entonces adversaria Unión Soviética”, enfatiza. “Economía y seguridad fueron de la mano. Los líderes occidentales, y especialmente el presidente Truman a través de la política de contención, tuvieron la visión de proteger Europa, considerando que el bienestar de la Europa democrática era fundamental para los Estados Unidos y para el mundo”.
El libro también examina los principales desafíos que tuvieron que afrontar los responsables de esta unión de estados que se plasmó en el Tratado de Washington de 1949. Fundamentalmente, “aborda con detalle las vicisitudes diplomáticas y jurídicas que se dieron durante la rápida pero difícil negociación de la primera alianza defensiva creada en tiempos de paz, a la que se le acusó desde diversos órdenes políticos y sociales de ahondar la crisis con la Unión Soviética de Stalin y de quebrar el espíritu de las Naciones Unidas”.
Martínez Carmena señala que “con luces y sombras, la Alianza Atlántica ha superado, con mucho, la política de contención del comunismo en la que se gestó. Su éxito se debe a la cooperación entre estados que comparten los mismos principios democráticos y una visión común de sus intereses de seguridad en el mundo”. En este sentido, la Alianza Atlántica, convertida en ‘organización’ desde la Guerra de Corea de 1950, “sigue siendo el principal eslabón o vínculo a ambas orillas del Atlántico”.
En la presentación de la obra en Toledo acompañaron a la autora la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente, Fátima Guadamillas; el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Alberto Sanz; el delegado de Defensa en Castilla-La Mancha, Javier Gallegos, y el coronel director de la Academia de Infantería de Toledo, Javier Marcos Izquierdo.