Siete grupos de investigación vinculados a universidades y organismos públicos de investigación forman la Red Nacional de Excelencia en Espermatología, financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y liderada por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) bajo la coordinación del catedrático Julián Garde. El equipo, reconocido en el Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, trabajará para implementar las aplicaciones de la tecnología y biotecnología a la Espermatología.
Integrada por 40 investigadores senior y 30 investigadores en formación vinculados a las universidades de Extremadura, León, Murcia y Castilla-La Mancha, así como al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), al Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Agroalimentaria (INIA) y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la SPERMRED ha mantenido un primer encuentro de trabajo en el Campus de Toledo.
Durante los próximos años, la UCLM coordinará las actuaciones y líneas de investigación de los distintos grupos, sus trabajos de difusión, así como de organizar reuniones, seminarios, un congreso y estancias de movilidad para estudiantes de doctorado de los diferentes laboratorios de los grupos que conforman la red. Para desarrollar este trabajo, cuentan con una financiación de 20.000 euros.
El objetivo, explica Julián Garde, “es contribuir a la creación de una iniciativa europea dirigida a considerar a la Espermatología como una herramienta imprescindible, no considerada hasta ahora, dentro de las diferentes propuestas, para acceder a un control de las tecnologías de procesado y conservación de las células espermáticas, y por tanto, de sus aplicaciones”.
Desde hace décadas los espermatozoides de mamíferos han sido sometidos a diversos procedimientos para su conservación y uso en técnicas de reproducción asistida. “Las razones han sido de tipo zootécnico, sanitario, de manejo, conservacionista y de bienestar animal y siguen teniendo vigencia en el siglo XXI. Los espermatozoides pueden ser objeto de producción in vitro, mediante xenotrasplante, conservación por refrigeración o congelación o manipulación por sexaje y enriquecimiento”, explica el profesor.
En ocasiones, varias de estas técnicas se emplean de forma conjunta. “Las células altamente especializadas y sensibles, cuando son así procesadas resultan frecuentemente dañadas, a veces con microlesiones, y con sus propiedades alteradas, lo cual reduce su capacidad fecundante”, señala. En este sentido, la SPERMRED se plantea mejorar la eficacia de los procesos tecnológicos que se aplican al semen de mamíferos domésticos y silvestres.