La revista científica Chemistry of Materials publica un artículo firmado por siete investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el que desarrollan una nueva técnica para estabilizar los bits magnéticos de determinados dispositivos de almacenamiento de información, como los discos duros, permitiendo así incrementar su capacidad.
El grupo de investigación de Materiales Magnéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), junto con miembros del grupo de Nanomagnetismo Aplicado, han publicado recientemente un artículo de investigación en la revista científica Chemistry of Materials en el que se muestra una nueva forma de estabilizar los bits magnéticos en algunos dispositivos de almacenamiento de información, como es el caso de los discos duros.
La nueva técnica de estabilización, totalmente novedosa, es fundamental para conseguir que la información grabada en ellos permanezca intacta indefinidamente, especialmente en los dispositivos de más capacidad donde los bits de información han de ser cada vez más pequeños, lo que los hace también más inestables.
Esta investigación, liderada por el profesor de la UCLM Juan Antonio González Sanz, es el resultado de más de cinco años de trabajo y varios proyectos de investigación en los que se ha diseñado y construido una cámara de vacío en la que se han fabricado nanopartículas de cobalto, recubiertas de una fina capa de su óxido, y se han embutido en una matriz de óxido de cobre, todo ello con un espesor total inferior a una micra. Las nanopartículas son la base de muchos sistemas de almacenamiento de información, como los discos duros, en los que aparece el problema de que al reducir su tamaño para incrementar su capacidad los bits magnéticos no son estables y la información se borra sola.
La elección de un material para la matriz que fuese no magnético, pero de estructura cristalina muy similar a la del óxido de cobalto, ha sido la clave para conseguir una estabilización del magnetismo de las partículas hasta un nivel no conseguido hasta ahora.
El trabajo ha implicado a siete investigadores de la UCLM y se ha llevado a cabo en los laboratorios del Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada (IRICA) en el Campus de Ciudad Real.