La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Consorcio de la Ciudad de Cuenca han editado ‘Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español’, de Pedro Miguel Ibáñez. Obra que muestra la historia de uno de los edificios más representativos de la ciudad y la sede del museo más importante de la región.
La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Consorcio de la Ciudad de Cuenca –formado por el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta de Comunidades y el Ministerio de Cultura- han presentado Las Casas Colgadas y el Museo de Arte Abstracto Español, de Pedro Miguel Ibáñez.
Este proyecto, editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad regional y el propio Consorcio, es el primer acto programado por el 50 aniversario de la inauguración del Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca. Disponible en edición impresa (30 euros) y electrónica (6 euros), muestra la historia de uno de los edificios más representativos de la ciudad y la sede del museo más importante de Castilla-La Mancha.
La vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria, María Ángeles Zurilla, ha destacado que la obra de Pedro Miguel Ibáñez resalta el valor y la importancia de una de las arquitecturas más singulares que pueden encontrarse en el patrimonio histórico de la vieja Europa. Junta a la vicerrectora, apoyando este proyecto, han estado el gerente del Consorcio, Daniel León; el delegado de la Junta, Ángel Tomás Godoy; y Antonio Senís, José María Martínez López y Francisco Javier Domenech Martínez, en representación de la Subdelegación del Gobierno, del Ayuntamiento y de la Diputación de Cuenca, por este orden.
El libro propone un estudio global e interdisciplinario de las Casas Colgadas a lo largo del tiempo, su historia desde los primeros rastros documentales, de mediados del siglo XV, hasta el año 1996 en el que se inaugura el Museo de Arte Abstracto. De ahí que se estructure en dos partes de cuatro capítulos cada una, separadas con la censura de 1928.
La primera de ellas, ‘Las antiguas Casas Colgadas. La lenta eclosión de un emblema arquitectónico (1469-1928)’, arranca en los tiempos más remotos con los documentos de mayor antigüedad conocidos hasta la fecha y con el protagonismo del bachiller Gonzalo González Cañamares, canónigo de la Catedral de Cuenca, que compra las casas en 1481 y las convierte en su morada. La segunda parte aborda las actuales Casas Colgadas y de los decisivos cambios en su estructura y fisionomía acaecidos durante las décadas centrales del siglo XX.
Además, esta publicación recoge los planos arquitectónicos en los que se muestran las distintas etapas y reformas, hasta llegar a configurar el recorrido museístico que cautivó al director del Museo de Arte Moderno de Nueva York en los 60, así como con cada uno de sus visitantes.