Profesores de Secundaria y estudiantes de Bachillerato han participado hoy en el XV Simposio Regional Educacional y en la IV Olimpiada Científico-Técnica que organiza la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Ciudad Real. Con ambas actividades, que ha inaugurado el rector, Miguel Ángel Collado, el centro pretende conectar la enseñanza Secundaria y la universitaria.
La Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en el marco de las actividades programadas esta semana con motivo de la festividad de su patrón, San Alberto Magno, ha celebrado hoy una jornada de trabajo con profesores y alumnos de Educación Secundaria. El encuentro ha servido a los docentes para estrechar lazos y compartir experiencias académicas y temas que son de interés común con el profesorado universitario en el campo de la Química, la Ingeniería Química y la Ciencia y Tecnología de Alimentos; y a los alumnos preuniversitarios para poner a prueba sus conocimientos científicos durante el desarrollo de una olimpiada.
Ambas actividades, ha manifestado el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado, durante la inauguración del simposio, son ejemplo de la colaboración que existe entre la Facultad de Químicas y los centros de secundaria, la cual en su opinión “no puede ser de otra forma” porque “entre todos tenemos que diseñar un sistema educativo global que forme a los mejores profesionales”.
A los profesores participantes, el rector ha agradecido su participación en el encuentro ya que “refleja su compromiso con la sociedad, los jóvenes y la ciencia” y ha felicitado a la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas, representada por su decano, Ángel Ríos, por ser un centro “de referencia y dinámico, siempre preocupado por formar excelentes profesionales, hacer investigación puntera y divulgar la ciencia”.
Son cerca de un centenar de profesores de Universidad y de Secundaria los que han participado en este Simposio Regional Educacional, encuentro con quince años de trayectoria, en el que se ha reflexionado sobre los sistemas de gestión de la calidad en la enseñanza en los niveles que son de su competencia; además, los profesores de Secundaria han conocido las actividades que la Facultad de Químicas realiza de interés para el alumnado preuniversitario, tales como los campus científicos de verano, las actividades de iniciación a la investigación o la olimpiada científico-técnica que se celebra hoy de forma paralela al foro.
A esta última actividad se ha referido el decano de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas, no sin antes insistir en el programa de interacción “muy activo” que el centro universitario mantiene con los institutos y que les permite darse a conocer entre la comunidad preuniversitaria. Esa buena relación, según Ríos, ha permitido a la Facultad “mantener el número de alumnos de nuevo ingreso pese al descenso generalizado sufrido en el sistema universitario español en los últimos años”.
La 4ª Olimpiada Científico-Técnica que hoy tiene lugar es una de las actividades abiertas al alumnado preuniversitario a las que el decano de la Facultad hacía referencia. En total son 72 los alumnos de diez institutos de la provincia de Ciudad Real y Toledo, agrupados en equipos de tres miembros cada uno, los que han podido realizar prácticas en los laboratorios del centro universitario. Los estudiantes han medido su conocimiento en pruebas de laboratorio relacionadas con las tres titulaciones que imparte el centro: graduado en Química, Ingeniería Química y Ciencia y Tecnología de los Alimentos. En concreto, éstas han consistido en el análisis de la cinética química para ver cómo afecta la concentración, temperatura y presencia de un catalizador en la velocidad de la reacción; en el diseño de un reactor de flujo continuo a partir de datos cinéticos obtenidos en una reacción de flujo discontinuo a pequeña escala; y en el estudio de la intensidad del color, brillo y tonalidad de los antocinos (responsables de la tonalidad del vino tinto) en relación con la edad del vino. Para facilitar el desarrollo de las pruebas, la Facultad les ha proporcionado un kit básico de trabajo y unos guiones de prácticas en el que los participantes debían anotar los resultados obtenidos para su posterior evaluación.