Los niveles de compuestos orgánicos volátiles -en concreto formaldehído- en el interior de los hogares de Puertollano (Ciudad Real) están por debajo de los límites marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que no suponen un riesgo para los vecinos de la ciudad industrial. Así se desprende del estudio realizado por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), entre quienes se encuentra Florentina Villanueva García, en lo que constituye uno de los escasos trabajos de estas características realizados en España y del que se hace eco el International Journal of Hygiene and Environmental Health.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), entre quienes se encuentra Florentina Villanueva García, ha analizado el interior de más de una veintena de domicilios de la localidad de Puertollano (Ciudad Real) con el objetivo de medir la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV), elementos contaminantes tales como compuestos carbonílicos, hidrocarburos aromáticos o terpenos. Los resultados de este estudio, uno de los pocos de sus características que se han realizado en España, son tranquilizadores para los vecinos de Puertollano: los niveles de estos compuestos son similares a los que se han hallado en otras partes del planeta, los valores encontrados para formaldehído, compuesto cancerígeno, están por debajo de los límites marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que para el benceno la OMS establece que no se puede recomendar ningún valor de exposición por debajo del cual sea seguro para la salud. No obstante, las concentraciones de benceno encontradas estuvieron por debajo de los límites establecidos en la legislación española de calidad del aire.
El trabajo aparece en la revista International Journal of Hygiene and Environmental Health, de referencia en su campo, y en el mismo han participado los investigadores Araceli Tapia, Beatriz Cabañas y Ernesto Martínez Ataz, miembros del grupo de investigación en Química y Contaminación Atmosférica de la UCLM; y Mariano Amo-Salas y Alberto Notario.
Florentina Villanueva, investigadora del programa INCRECYT adscrita al Parque Científico y Tecnológico de Castilla La Mancha, tomó las muestras del aire de los comedores de un total de veintidós hogares, cuyos propietarios se prestaron como voluntarios, durante ocho semanas, en mayo y junio de 2011. Tras someterlas a análisis, la investigadora detectó y cuantificó los niveles de 29 compuestos orgánicos volátiles. Los mayoritarios fueron formaldehido, hexanal, butanal, acetona y acetaldehído. Tras estos, el más abundante entre los alcanos fue n-dodecano y los terpenos, típicos de los productos de limpieza. El análisis realizado entre las concentraciones encontradas en el interior y en el exterior de cada compuesto demostró que la mayoría de los contaminantes se estaban generando en el interior de las casas y no procedían del exterior, tal es el caso de formaldehido, cuyas concentraciones en el interior fueron de hasta doce veces superiores a las encontradas en el exterior de las casas.
Entre los compuestos encontrados que procedían total o parcialmente del exterior se encuentran benceno, hexano, pentanal, xileno, propanal, decano y etilbenceno
La investigadora recomienda ventilar adecuadamente los domicilios a primeras horas de la mañana, una medida que “podría reducir los niveles de formaldehido, un compuesto cancerígeno cuya presencia conviene reducir al máximo”.